Sunday, March 2, 2014

El Oscar de nuestras vidas.

Voy a ir directo al grano, porque me gusta pensar que a estas alturas ya todos sabemos que Cuarón y Lubezki ganaron merecidamente premios Oscar. 

Por cierto que si se me va una que otra mala palabra, perdón. Pero las groserías se guardan para ocasiones especiales y hoy es una de ellas. 

Me molesta leer comentarios como: "Ni celebren, porque no son premios mexicanos", "Yo no sé por qué se paran el cuello si ellos radican en Estados Unidos", "Festejen el día que exista apoyo verdadero al cine nacional", etc. 

Yo no me paro el cuello. No, ¿saben qué? si me paro el cuello; si me siento orgulloso y aplaudí como loco frente a la pantalla desde el primer premio. Sí sonreí como estúpido por verlos triunfar; sí considero que sus logros son logros mexicanos. 

No es que les haya ayudado (brincos diera) ni que me sienta merecedor de lo que ganaron ni que los considere triunfos míos, porque claramente, no lo son. Es que me siento feliz porque esos dos chingonazos son mis compatriotas, es que me siento feliz porque esos dos cabrones, gracias a, y a pesar de sus experiencias en nuestro país (que al final conforman quienes son, de una u otra manera) lograron lo que pocos. 

Me irritan quienes los demeritan porque "no se quedaron en México y prefirieron largarse"; a veces hay que perseguir nuestros sueños aunque nos lleven al otro lado del mundo. "Preferir largarse", requiere de muchísimos huevos. Huevos que no muchos tienen; y requiere trabajo, muchísimo trabajo... ¿O a poco creen que uno simplemente dice "Ya me voy, allá si la hago" y de pronto está del otro lado?

Además, si allá, frente a cineastas de talla mundial, lograron hacerla a pesar de que en su país natal no existe el apoyo que debería... ¿No los hace eso todavía más chingones? ¿Alguna vez vieron "Homeless to Harvard" o "The Pursuit of Happyness"? Ambas son historias de gente chingona cuyo entorno era el menos favorable posible y eso mismo, que conforma parte de quienes llegaron a ser, les impulsó a llegar a serlo. 

No digo que, entonces, si uno quiere ser éxitoso busque el peor ambiente que pueda para desarrollarse, simplemente que a veces pasa y eso no hace más que acrecentar el valor del triunfo. 

¿No hay apoyo del gobierno para el cine mexicano? ¿No? Ok.
Seguramente si seguimos quejándonos (que para eso nos pintamos solos) eso cambiará.
Oh, y eso mismo leí durante Sochi, que no había apoyo para el deporte mexicano; ah, y eso mismo es el pan de cada día en mi propio terreno, donde leo y releo que no hay apoyo para los emprendedores mexicanos. Ni para los escritores, ni para los barrenderos, gastrónomos, científicos, estudiantes, obreros ni para nadie. 

¿Y luego? ¿Me sigo quejando mientras veo la tele sentado en mi sillón? porque está bien padre quejarse, pero también está bien padre ahorrarse dinero y compar "Nosotros los nobles" afuera del metro¿No? El apoyo a la industria empieza desde allí.  Y yo creo que no. yo creo que toca hacer a una lado nuestras carencias esforzándonos día a día en lo que hagamos, sea lo que sea eso que tanto nos importa hacer. Ya bájenle a su desmadre, no se quejen sin proponer, o quéjense, pero actúen en consecuencia de la conclusión que hayan sacado, dejemos de pensar en hacer y hagamos. 

A Cuarón lo corrieron de la UNAM y no se sentó a llorar gritando que el apoyo a la industria nacional era nulo; con la frente en alto, buscó oportunidades donde pudo.

Ejemplifco mejor aún: ¿Se han preguntado qué hubiera pasado si no lo hubieran corrido? ¿estaría en el mismo lugar en el que está? Quizá no, Steve Jobs habló mucho mejor que yo  sobre este tema en su famoso discurso para graduados en Stanford. Tal vez sí, tal vez no. Pero pasó así y no nos vamos a poner a discutir sobre eso porque nadie lo puede cambiar.

Mi idea es que podemos ver el lado positivo del asunto y pensar que si un compatriota ganó un Oscar, muy por convivir que sea, eso hará ruido y generará la consciencia de que en este país hay talento, y con suerte llegará a los oídos indicados, y con suerte el siguiente Cuarón tomará fuerza de esto y saldrá adelante, y con esfuerzo de a quienes competa, el apoyo al cine nacional crecerá y crecerá. 

Mi idea es que ellos, nos sirven de ejemplo para ganarnos nuestro Oscar, de escritor, de estudiante, de obrero o de músico. De lo que sea; el punto es que podemos tomarlos de ejemplo y poco a poco cambiar la perspectiva que tenemos de nosotros mismos y de nuestro país. ¿O qué, no podemos?

Esto es lo que pienso, y me gustaría saber qué piensan ustedes, por mi parte, estoy orgulloso de ambos mexicanos, me acaban de demostrar que con muchos huevos y trabajo duro puedo llegar a donde me plazca, me invitan a seguir luchando por ganarme el Oscar de mi vida. Y yo los invito a ustedes a hacer lo mismo.