Saturday, December 21, 2013

Un mes de free writing - sexto día

Nota: El siguiente fragmente es continuación de la historia que comencé ayer. Si no la haz leído, te recomiendo que primero revises la anterior y después ésta. :)

Día #6: Puberto.

Me levanté por inercia y caminé hacia el frente. me esperaba una mujer bastante atractiva, tes pálida, como un metro sesenta de estatura y labios rosas, sin maquillar; sus ojos entreveían optimismo, ganas de comerse el mundo a puños. Yo no creo en el amor a primera vista; pero si creyera en él, me gustaría enamorarme de Clara, nombre que se leía en su placa. 

Cruzamos la puerta y caminamos por un pasillo blanco con luces por todo el techo. Reí nerviosamente y me atreví a preguntar:
¿Qué está pasando, a dónde nos dirigimos?— no obtuve respuesta alguna.
Clara sonrie, y con una mirada ahora más bien curiosa, abre una segunda puerta al fondo del pasillo; ésta es blanca. La luz me ciega en ese mismo instante y no puedo evitar cerrar los ojos y mirar hacia abajo, la sensación del suelo cambia de repente. 

De concreto sólido y aburrido, a un divertido cosquilleo sobre un colchón de césped verde muy bien cuidado. Entramos en un jardín majestuoso. Un oasis de alegría en medio de la triste urbanidad en la que he estado inmerso desde que tengo memoria. Siento deseos de quitarme los zapatos, la asfixiante corbata, ¡Toda la ropa! arrojarme a aquellos pastos, y mirar hacia el cielo durante horas. 

Clara me interrumpe, me dice que es momento de comenzar nuestra cita.
 — ¿Nuestra cita? ¿Nuestra entrevista, querrá decir? respondo más por fuerza que por gusto.
— No. Nuestra cita, En esta institución creémos que la calidad humana importa más que cualquier papel expedido por cualquier universidad de cualquier universo. Ahora mismo, compartiremos un delicioso café, platicaremos de lo que nos gusta, lo que odiamos y por qué sucede así. Si tienes suerte, al final del día podrías conseguir mi número de extensión y acompañarme a mi oficina Añadió sonriendo una vez más. 

Si mi futuro empleo consistiría en mirar día a día ese maravilloso juego de dientes blancos enmarcados por sus dulces labios, entonces no llegaría tarde ni una sola vez. 

Hoy ha sido una de los días más extraños que he tenido en mi vida. Cuando desperté sentí que moría, pero que más tarde me sentiría vivo y tendría un empleo nuevo. Aún no sé qué sucede con lo segundo. Pero según parece estoy trabajando en ello. Me siento raro, mis manos siguen temblando, pero me gusta cómo lo hacen, por fin mantienen el equilibrio rítmico que tanto anhelaban; mi corazón piensa que mi cuerpo juega, que compite para ver qué organo puede temblar más rápido sin causarme un desmayo. 

La última vez que me sentí así. tenía trece años y salía por primera vez con una chica. Es eso, me siento como un puberto, Clara y yo tomados de las manos bajo un árbol, besando nuestros labios (o no; o aún no; o no sé, pero no está sucediendo. ¿Está mal que de pronto lo quiera tanto?).

Nota: Sí, la historia sigue un día más. ¿Qué les parece hasta ahora? 



0 comments:

Post a Comment